viernes, noviembre 22, 2024
Salud

Hablemos del Asma

Es importante concienciar a la población en relación al Asma, lo que representa para quienes la padecen y la posibilidad con las que se cuentan para mantenerla bajo control, llevando así una vida saludable, sin limitaciones. 

La Dra. Olga Vega, alergóloga del Hospital el Pilar nos amplía al respecto.

El asma es una enfermedad respiratoria donde se inflama de manera crónica la vía aérea que lleva el aire hacia los pulmones (bronquios). Esto causa episodios repetidos de sensación de falta de aire, pitido en el tórax (sibilantes), tos y sensación de opresión torácica. (agregar foto de vía aérea inflamada y normal)

  • Afecta en el mundo a 235 millones de personas.
  • Aún es responsable de 250 mil muertes anuales.
  • Es la enfermedad crónica más frecuente en niños.

Una característica principal de la enfermedad, es que esta obstrucción es reversible y ocasional, lo que se traslada a que los síntomas pueden variar y a veces estar o no presentes. También, es importante destacar que para unos pacientes pueden ser leves, mientras que para otros graves.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas principales son:

  • Sibilancias (pitidos).
  • Tos seca persistente.
  • Dificultad para respirar.

¿Quién puede tener asma?

Cualquier persona, a cualquier edad puede tener asma. Sin embargo, es más común que inicie en la infancia y que esté sea de origen alérgico.

Nosotros heredamos una predisposición y luego el ambiente en el que nos desarrollamos condicionará la aparición de la enfermedad.

En adultos es más común la asociación con sinusitis, pólipos nasales y sensibilidad a la aspirina y la asociación con ciertas ocupaciones (madera, metales, resinas, etc.).

¿Cómo lo diagnosticamos?

Lo primero es el historial clínico, donde los síntomas tienen coherencia con el tiempo del transcurso de la enfermedad. Además de los antecedentes familiares y personales de atopia y asma.

Las pruebas diagnóstico que realizamos según cada caso podrían ser algunas de las siguientes:

  • Espirometría con prueba de broncodilatación.
  • Prueba de provocación con metacolina.
  • Prueba de provocación con ejercicio.
  • Pruebas radiológicas (rx o tac de tórax y senos paranasales).
  • Pruebas de alergia o prick test.
  • PHmetría esofágica.

Tratamiento

Está demostrado que el tratamiento de la inflamación de la mucosa bronquial es la parte más importante del tratamiento del asma. Existen diversos medicamentos que tienen efecto antiinflamatorio en la mucosa bronquial, pero los más potentes y eficaces son los corticoides (cortisona) inhalados. Para el tratamiento inmediato, se utilizan broncodilatadores, que normalmente se administran por vía inhalatoria. Pero no es el tratamiento de base, es solo de rescate.

Existen dos tipos fundamentales según la duración de su acción: los broncodilatadores de acción prolongada, que se toman por la mañana y la noche todos los días, se tengan o no síntomas; mientras que los de acción corta, se suelen reservar para tomar en caso de necesidad (sensación de ahogo, tos, etc).

En pacientes en los que se demuestra un componente alérgico, el tratamiento con antihistamínicos y sobre todo la inmunoterapia específica (vacunas de alergia) suele ser muy beneficioso.

Es muy importante recalcar que el paciente asmático debe y puede hacer una vida normal, ese es nuestro objetivo. Que pueda correr, saltar, ser campeón olímpico. Atrás quedó la época donde el asmático se quedaba encerrado en su casa. Tenemos terapias novedosas y sobre un diagnóstico temprano y certero para que el asmático tenga la calidad de vida que se merece. Por eso, es importante hacer consciencia de la enfermedad ya que con todo lo nuevo que tenemos deberíamos de bajar las cifras de crisis asmáticas, ausencia escolar y laboral, idas a la emergencia y mala calidad de vida por esta enfermedad y sobre NO más muertes por asma.” Dra. Olga Vega, alergóloga del Hospital el Pilar.